domingo, 18 de mayo de 2008

Velencia Radiografía de la crisis

En menos de cuatro años el Valencia ha pasado a ser el mejor equipo del mundo según la IHFFS al puesto 34 en el ránking y que de ser un club con los problemas económicos normales a poner en venta a sus mejores jugadores.

LAS CLAVES

1-El agujero económico del valencia (260 millones de euros) crece sin parar. por si fuera poco, las obras del nuevo estadio requieren una fuerte inversión en los próximos meses.

2-El único aval que tiene el club para negociar préstamos y aplazamientos son los futbolistas. todos son transferibles. villa, silva y joaquín, los más cotizados, podríaN abandonar el club en verano.

3-La victoria en la Copa no tapa un temporada nefasta en la que el equipo ha bordeado el descenso. Todo por una errática política deportiva, con baile continuo de directores deportivos, entrenadores y futbolistas.

¿Ha vivido por encima de sus posibilidades? ¿Es producto de una pésima gestión económica y deportiva? Son preguntas que tienen muchas respuestas y todas señalan a su máximo accionista, Juan Soler, como principal responsable por la ausencia de un proyecto deportivo y una mala gestión económica desde que primero accedió al club y, más tarde, asumió la presidencia el 5 de octubre de 2004. La actual temporada es el resultado de su gestión; ni siquiera ganar la Copa del Rey ha evitado la sensación de fracaso que vive la afición de un equipo que se ha salvado del descenso a duras penas.

Más éxitos en los despachos

Durante el mandato de Juan Soler, el Valencia ha conseguido más éxitos en los despachos de las instituciones que el sobre el césped. En lo deportivo sólo ha ganado una Copa del Rey, pero, en cambio, ha conseguido dos recalificaciones: sobre el suelo del actual Mestalla y en Potxinos, donde estará ubicada la futura Ciudad Deportiva, aunque la deuda ha aumentado de forma alarmante. Además, el último favor político fue la aprobación el pasado 1 de marzo de una nueva recalificación del solar de las Cortes Valencianas que permitirá al Valencia construir un hotel de lujo de 20 alturas junto al nuevo estadio. Sin la operación Portxinos, como reconoce Alberto Martí, el vicepresidente del área económica, la deuda actual sería de unos 100 millones de euros más, que fue lo que el club ingresó por la operación.

La crisis del ladrillo asfixia al Valencia

De los cien millones al año de gasto por temporada se ha pasado a 156 millones de euros y de los 130 millones de deuda que encontró Juan Soler a su llegada a los 260 de la actualidad, aunque todo apunta a que la deuda real es mucho más elevada. El club, además, en estos momentos, hace frente a un crédito de 200 millones concedido por Bancaja, lo que obliga a pagar un millón mensual en concepto de intereses. Y para rematarlo, al Valencia, la crisis del ladrillo le ha cogido en plena construcción de un nuevo estadio y ahora busca fórmulas desesperadas para evitar que las obras se ralenticen.

Para agravar más la situación actual, la trayectoria del equipo por la última Champions no pasó de la primera fase. Por tanto, no se cubrió lo presupuestado y en la próxima temporada tendrá que conformarse jugando la UEFA, un torneo que sólo da prestigio al ganador y no reparte grandes beneficios económicos. Sin olvidar los finiquitos millonarios, que lejos de cesar se han incrementado. Sin ir más lejos, el pasado lunes 21 de abril, el Valencia gastó casi 9 millones de euros para finiquitar los contratos de Koeman, Bakero, Bruins, Miguel Ángel Ruiz y el secretario técnico Antonio Fernádez.

Sin proyecto deportivo

En lo deportivo, los últimos años han estado marcados por la ausencia de un proyecto claro y solvente. Por el club, durante el mandato de Soler, han pasado seis directores deportivos: Suso García Pitarch (al que cesó nada más llegar), Claudio Ranieri (que hizo la función de entrenador y mánager general con pésimos resultados), Javier Subirats, Amedeo Carboni, Miguel Ángel Ruiz y ahora Juan Sánchez, aunque con el rango de secretario técnico. Otros seis entrenadores se han sentado en el banquillo de Mestalla en este tiempo: Ranieri, Antonio López, al que le acabaron firmando un contrato de dos temporadas como director deportivo que no cumplió, Quique Sánchez Flores, Óscar Fernández de forma interina, Ronald Koeman y, actualmente, Voro. Y una lista inacabable de fichajes que comenzó con los italianos Fiore y Corradi y ha finalizado con Maduro y Banega, dos contrataciones cerradas en el mercado de invierno que tienen un futuro incierto en la entidad.

Una carrera desenfrenada por fichar que ha abocado al club a ceder a 11 jugadores. Entre amortización y fichas le cuestan a una cantidad anual cercana a los 20 millones de euros (sólo los cedidos). Sin contar el desfile de ejecutivos que ha vivido el club durante el mandato de Soler que ha tenido a tres directores en la Escuela (Antonio López, Portolés y ahora Pepe Claramunt), tres jefes de los servicios médicos (Candel, Llombart y en la actualidad el doctor Giner), dos directores generales (Manuel Llorente y Juan Galiano hasta llegar a Jesús Wolstein).

La construcción del 'nuevo Mestalla' asfixia la tesorería del club

Soler pensó que la venta de los solares de Mestalla, al tiempo que se construía un nuevo estadio con capacidad para 70.000 espectadores, sería la solución. Sin embargo, la crisis que atraviesa el sector inmobiliario ha dejado sin ofertas la primera de las cinco parcelas en las que se dividió en solar y que estaba valorada en 90 millones de euros. El propio Soler fue el que tuvo que asumir la compra de la que ya ha pagado el 15 por ciento y tiene que hacer frente al resto antes del 30 de junio. La estimación del club es que la crisis que vive la construcción reducirá en cien millones de euros los ingresos por la venta del suelo del viejo Mestalla.

Los futbolistas son el único aval

No hace falta hilar muy fino para comprobar que la situación financiera del Valencia no es la ideal. Desde hace un mes, los futbolistas de la plantilla del Valencia, los actuales y los que pueden llegar en un futuro, se han convertido en el único recurso que le queda al Valencia a la hora de negociar préstamos y aplazamientos. No hace mucho, la entidad valencianista tuvo que recurrir a su plantilla para poder avalar el aplazamiento de los pagos pendientes con el Ayuntamiento de Ribarroja después de la aprobación del PAI de Portxinos, donde quedará ubicada la futura Ciudad Deportiva. En concreto, el consejo dispuso que el 50 por ciento de los derechos federativos de los futbolistas del Valencia fueran a parar al Ayuntamiento de Ribarroja, en condición de aval para aplazar la fecha de estos pagos. El consistorio de Ribarroja aceptó el aval que propuso Valencia con la seguridad de que el club de Mestalla hará frente a las obligaciones pendientes tras haberse acordado un nuevo calendario de pagos y, por tanto, no será necesario ejecutar los avales.

Soluciones para paliar la crisis

Soltar el lastre de la interminable lista de jugadores que tienen cedidos: de Del Horno a Hugo Viana, pasando por Curro Torres y Butelle, y traspasar a un par de estrellas es la última decisión que ha tomado el máximo accionista para intentar afrontar con liquidez los tiempos difíciles que se avecinan. Las fichas altas que tienen los jugadores frenan muchas salidas, mientras que David Silva y David Villa pueden ser los primeros futbolistas, considerados intransferibles hasta hace poco, que pueden en abandonar el Valencia. El club les colgó el cartel de transferibles. Joaquín puede ser el tercero y, ahora, esperan que lleguen las ofertas.

El vicepresidente deportivo, Rafael Salom, y el secretario técnico, Juan Sánchez, ya han hablado con sus agentes para explicarles cuál es la nueva situación que vive la entidad y sus consecuencias.

Las acciones de Soler siguen en venta

Juan Soler vende su paquete de acciones, aunque, hasta el momento, la única negociación que ha estado y sigue en marcha es la que mantiene con el que fuera vicepresidente de la entidad Vicente Soriano. Soriano, junto al empresario Juan Villalonga, ha mantenido varias reuniones con Soler sin que se haya llegado a un acuerdo en la transacción. Todas las informaciones apuntan a que el precio rondaría los 66 millones de euros, que fue lo que le costaron a la familia Soler hacerse con el control del Valencia.

Soler presentó el miércoles 12 de marzo su dimisión ante el consejo de administración como presidente del Valencia, si bien ha seguido controlando el día del club como máximo accionista de la entidad. Soler dejó el sillón presidencial porque por su estado de salud no podía dedicarle el tiempo que el Valencia y su proyecto requería. También anunció su intención de velar por todos los proyectos iniciados, la construcción del nuevo estadio, y respetar la autonomía de gestión del consejo. Sin embargo, las cosas han sido diferentes. Agustín Morera, un hombre de confianza de Soler, asumió la presidencia, aunque su participación en el día a día no pasa de ser testimonial e institucional.

Los errores deportivos se pagan caros

Juan Soler destituyó a Quique Sánchez Flores, que había cumplido con los objetivos marcados durante su estancia en el banquillo de Mestalla, tras la novena jornada de Liga cuando el Valencia era cuarto en la clasificación, a cuatro puntos del líder. Tras dos partidos en los que el técnico del filial, Óscar Fernández, asumió la dirección, el máximo accionista contrató los servicios de Ronald Koeman. Con el holandés en el banquillo, el Valencia sumó 18 de los 63 puntos disputados y descendió a la posición 15 en la tabla. Un desastre deportivo que acabó por dividir un poco más al aficionado. Un fiasco que fue acompañado por la traumática decisión de apartar del equipo a Albelda, Cañizares y Angulo, tres emblemas de la historia del club, que acabaron volviendo al equipo con la destitución de Koeman y la apuesta por Voro, que de delegado pasó a hacerse cargo de la plantilla en las cinco últimas jornadas. Koeman estuvo cesado después de que el Valencia levantara la Copa del Rey en el Calderón, aunque nadie se atrevió a empañar el único día de alegría que ha tenido el valencianismo esta temporada. Mientras, de los fichajes de la pasada campaña, Manuel Fernández juega cedido en el Everton, Zigic no ha contado para ningún entrenador, y Maduro y Banega, del mercado de invierno, han desaparecido del once.

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